Igeldo

Teníamos ganas de subir en el funicular, antes
de que lo arreglen y cambie todo un poco;
allí nos fuimos, la subida es preciosa, las vistas,
sentarte en el funicular es una vuelta a principios
de siglo, el monte igeldo me encanta, es decadente,
la montaña suiza, y el resto de atracciones, son
antiguas, me atrae más este parque de atracciones,
que uno de esos súper modernos temáticos, que
florecen por todas partes, bajamos andando por la
carretera del faro, me gusta mucho este camino,
hay unas casas impresionantes, luego a la terraza del
Branka a tomar algo, mini excursión, muy agradable,
esta ciudad tiene unos rincones impresionantes.